París, 29 jul (Prensa Latina) ¿El último partido individual de Rafael Nadal en la arcilla de la cancha parisina Philippe-Chatrier?, por si así fuese, el público ovacionó en grande al español, vencido por otra leyenda, Novak Djokovic, en los Juegos Olímpicos.
La segunda ronda del torneo tenístico de París-2024 deparó un duelo digno de la final, toda una cátedra del llamado deporte blanco muchas veces ofrecida por ambos veteranos, que atesoran juntos nada más y nada menos que 46 títulos de Grand Slam, 24 de Nole, el máximo ganador de la historia, y 22 del Rafa, su más cercano perseguidor.
El serbio dominó esta tarde en la Philippe-Chatrier, repleta en sus casi 15 mil butacas a lo Roland Garros, con sets corridos de 6-1 y 6-4, frente a un Nadal que tuvo dudas de si jugar o no en singles, y que todavía prestigiará la meca de la tierra batida en la Porte d’Auteuil con su participación en dobles, junto a su coterráneo y estelar Carlos Alcaraz.
Para el mallorquín el partido significó mucho más que decir adiós a su sueño de conquistar una segunda medalla de oro olímpica individual, después de la colocada en su pecho en Beijing-2008, cuando apenas contaba con 22 años.
El ibérico podría estar despidiéndose, sin contar el dobles, de su feudo, ese que lo vio aplastar a sus rivales, sin importar el linaje, hasta sumar 14 coronas del Garros.
Los aficionados del tenis lo presienten, a sus 38 años Nadal sigue siendo un guerrero, pero las lesiones y el tiempo no perdonan, también hubo lágrimas en la Philippe-Chatrier.
El consuelo es verlo jugar junto a Alcaraz, dupla favorita para alcanzar el oro olímpico, que sería el tercero para Rafa, ya que en Río-2016 subió a lo más alto del podio acompañado de Marc López.
No menos importantes es que tal vez no tengamos otro Nadal-Djokovic en la catedral de la tierra batida, donde el español dejó tres veces con las ganas al serbio en una final del Roland Garros (2012, 2014 y 2020).
Al final del partido, interrogado sobre si el de hoy fue el último duelo de singles de la arcilla parisina, el mallorquín respondió con un «no lo sé».
Asimismo, descartó que su revés categórico ante Djokovic fuese el resultado de una lesión, admitiendo que en el choque de trenes número 60 entre ambos (el balcánico domina 31-29 ahora) simplemente las cosas no salieron como quería, frente a otro tenista galáctico.